CELULOIDE PINK: Pequeñas cenizas o un amor sin límites
A la relación entre Federico García Lorca y Salvador Dalí podríamos calificarla como aquel amor que no pudo ser y es que ambos vivieron su propio Brokeback Mountain en la España de los años 20, una época en la que no existían ni por asomo los derechos gay o se podía tener una relación homosexual pública. La historia del poeta y del pintor es una de las más fascinantes y tristes por ser ambos dos personajes famosos cuya relación nunca llegó a consumarse.
García Lorca y Dalí se conocieron en 1922 en la Residencia de Estudiantes de Madrid (cuando tenían 24 y 18 años respectivamente). Este encuentro los marcaría por el resto de sus días. Lorca era consciente de su homosexualidad, muy diferente al caso de Dalí, quien debido a una educación más severa vivía reprimido de lo que realmente sentía. La relación fue bastante íntima, compartían inquietudes personales así como artísticas, dos genios en ebullición con egos altísimos.
En 1999 el escritor irlandés Ian Gibson publicó el libro Lorca y Dali, el amor que no pudo ser, donde narraba con detalles esta apasionada relación entre los dos españoles en base a las cartas que Dalí le escribió a lo largo de los años porque las de Lorca habían desaparecido. Al contrario de Dalí, Lorca nunca tuvo reparos en decir lo que pensaba tanto en su vida como en sus obras al hacer referencia a su inclinación sexual. Así las cartas que Dalí remitió a Lorca fueron muy románticas.
Ambos mantenían un nexo de fascinación por el otro tanto así que Lorca influyó en la obra de Dalí. Mientras Salvador Dalí estaba en París, Federico García Lorca se consagró como poeta tras su periplo por Cuba y Nueva York. En 1936, fecha del asesinato de Federico García Lorca, ya se habían distanciado. Quizá de no haber sido asesinado este romance hubiera tenido éxito o una segunda oportunidad, pero era muy poco probable debido a la Guerra Civil y la aparición de Gala en la vida de Dalí.
Dirigida por el inglés Paul Morrison, cuya película "Solomon and Gaenor" fue nominada en el 2000 a Mejor película extranjera, "Little Ashes" título original en inglés, promocionada en Latinoamérica como "Sin límites" tiene en el reparto estelar a Rober Pattison, que para alejarse de la saga Twilight y colocarse como un actor serio asume un rol como el de Salvador Dali; mientras que el actor español Javier Beltrán es Lorca. Pequeñas cenizas no es una gran película pero tiene algunas cosas que destacar como la actuación de un muy convincente Pattison quien se mete en la piel de Dalí con vehemencia dándole varios matices.
Morrison trata de que todo fluya pero se queda a medias; aunque hay cosas que destacar como la exploración de ser homosexual en pleno auge cultural y artístico en España, conocido como la Edad de Plata, donde la Residencia de estudiantes de Madrid fue el centro de intelectuales y artistas vanguardistas. Al guion le faltó más cohesión para solidificar la relevancia de los hechos y meterse en la complejidad o dimensión humana de sus personajes con mayor profundidad. Su cinematografía es evocadora y hace posible sentir el clima de lo que se vive con pasión.
Dalí, el pintor surrealista y Lorca, el poeta granadino eran dos volcanes creativos cuando se conocieron y abrieron todo ese torbellino en centro vibrante de la intelectualidad española, esa amistad y tensión romántica tiene por momentos fuerza pero no la intensidad que se necesitaba para una atracción de tamaña magnitud; aunque tal vez sea un logro al menos haber querido construirlo.
La película se deja apreciar, tiene sus momentos, así que búscala que la puedes encontrar en la web en uno de esos portales rusos.
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